Nombrar a Horacio Glade en la Argentina es, sin dudas, lo mismo que decir “ultramaratón”. Este grandísimo atleta ha sentado las bases, junto con Adalberto Maidana y un puñado de amigos, de lo que es hoy en día el total del ultrafondo de ese país.
Tres pequeños gigantes datos para tomar dimensión de lo conseguido por este magnífico atleta. Participó en la primera carrera de 50km en la historia de Argentina; en la primera competición de 100km del país y también, por si eso fuera poco, en el primer evento de 24hs en la historia de Argentina y Latinoamérica. Por supuesto que ganó las tres carreras.
A continuación compartiremos lo mejor de nuestra charla.
Por: Pablo Casal
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¿Como fue tu entrada al mundo del running, venias de una escuela de atletismo o fue más autodidacta?
Yo venía del futbol y me gustaba correr. Pero no con la idea del atletismo, eso era una cosa muy para pista en aquellos años, de calle no sonaba mucho. La única era la de “fiestas mayas” y en los ochenta se empieza a hablar un poco por el tema del maratón de Nueva York. Se empezó a poner un poco de moda. Yo empiezo a correr, como parte del entrenamiento de futbol. De repente empezó a aparecer alguna carrera en la playa o cosas así, fui a correr la de fiestas mayas y así me empiezo a enterar de que había un mundillo sobre eso. Al final de las carreras repartían la propaganda para la otra carrera la semana próxima.
¿Cómo se entrenaba en aquellos años?
No era común salir a correr por la calle, no sé si era por vergüenza o por el tema del tráfico, entonces, generalmente, uno iba a un parque y yo iba a donde jugábamos a la pelota en Quilmes. Corría por ahí, tenía 24 años y había otra gente, muchos eran más grande que yo, que me preguntaban cosas porque también querían correr. Uno tenía un auto, empezamos a ir a carreras y nos empezamos a enganchar, eso era el año 1984. Todos siempre me alentaron mucho, porque era el más chico. Fue un grupo de amigos muy bueno, con gente como Brígido Fernández, quien era amigo de todos, no era el más rápido pero siempre lo esperábamos a que llegue. Hasta le escribieron poemas, a la primera copa de 100km le pusimos su nombre en homenaje.
¿Cuál fue tu primer contacto con la distancia madre de los 42.195km?
Yo venía con la idea de correr un maratón, porque me entere, que se estaba organizando la primera maratón de Buenos Aires. La organizaba Adidas y hacia selectivos con la idea de llevar a un corredor a las olimpiadas. Los que ganaban esos selectivos, después corrían esa maratón, por eso la primera maratón de Buenos Aires que se hizo en el 84 no fue abierta a todo el mundo. Igualmente hubo publicidad de ese maratón y al ver los resultados vi que después de los primeros clasificados, con unas marcas bárbaras, los demás no tenían tan buenas marcas. Por la razón que sea, tal vez no habían tenido un buen día o algo así, pero pensé que yo podría andar bien en esa distancia.
A fin de año vi que se organizaba un maratón en Ezeiza, lo organizaba el de la revista maratón, Alberto Laporte, que también tenía grupo de corredores. Me anoté y en mi primera maratón hice tres horas catorce, pero bueno, la primera siempre cuesta. Ahí ya me enganché!
¿Y cómo te fue en esa segunda experiencia corriendo un maratón?
Al otro año 1985, también en abril, la volví a correr y bajé las tres horas. Ya estaba en dos cincuenta y ocho. Allí, me entero, por Rolando Czerwiak, de que se está organizando una carrera de 100km, que ya en Europa se estaba haciendo. Y nadie sabía de lo que estaba hablando, aquí en argentina nadie sabía nada de eso, todos le preguntábamos si era por etapas, por equipos, que significaba eso de 100km.
¿Cómo se gestó esa primera carrera de 100km de la Argentina?
Previo a esa carrera de 100km, Czerwiak hace los 50km en junio de 1985, que fue la primera carrera de ultramaratón de la historia que se organizó en argentina. Hubo dudas hasta último momento si se iba a organizar esa carrera de 50km, cayó una lluvia muy grande en buenos aires y justo coincidió con un selectivo de adidas en el día anterior. Igualmente nosotros fuimos, con esta gente de Quilmes, hasta el lugar donde se hacia la carrera y cae Maidana, un gran amigo de años con el cual veníamos corriendo maratones juntos, con otros más. Después fue llegando más gente y finalmente largamos la carrera con algo más de diez corredores.
¿Con que medios contaban en aquellos años para poder medir un circuito?
Esta carrera de 50km la hacía Laporte, certificada por Rolando Czerwiak, que a veces alguno se piensa que cuando se habla de esa época, se creen que era todo una cosa así nomás como de amigos y no era así. Estaba fiscalizada por la federación de la provincia de buenos aires y es más, el ingeniero Czerwiak, que también era corredor, corrió en 1980 el maratón de Nueva York, uno de los primeros argentinos en ir allí. Él es quien trae a argentina el sistema de medición para carreras desde los estados unidos, algo totalmente novedoso para la época. En las carreras de 50km y 100km utilizaron ese sistema por lo cual no hubo ninguna duda sobre la distancia. Después de eso, lo llamaron a Czerwiak para medir el circuito de la maratón de buenos aires, por lo que cual quería decir que el sistema funcionaba.
¿Recuerdas como era el recorrido de aquellos primeros 100km?
La carrera de 100km salía desde General Rodríguez, que es un poquito antes de Lujan y hasta San Vicente, que es un poco antes de La Plata, agarrábamos parte de ruta 7 y después la ruta 6 hasta San Vicente. Creo que largamos doce o trece atletas, después de eso surgió la idea de ir a Uberaba en Brasil, a correr una de 100km. Mis dos amigos de aquí de Quilmes, Brígido Fernández, Roberto Graccione y Adalberto Maidana.
¿Cómo fue llegar hasta Uberaba en Brasil?
Fue toda una aventura, sin dudas. Nosotros en ese momento, en el año 1986, viajábamos en micro. Fuimos hasta San Pablo, unas treinta y seis horas y después ocho horas más hasta Uberaba. Un experiencia bárbara y por suerte pudimos terminar la carrera los cuatro, que fue lo más lindo.
¿Qué tal fue el correr en tierras brasileñas por primera vez?
Allí nos encontramos un mundo increíble, Uberaba es una ciudad desarrollada pero con la mentalidad de un pueblito del interior. Fue justo el año del mundial de fútbol del 86 y eso era una fiesta, a nosotros nos reconocían y nos pedían autógrafos por la calle. Habíamos salido en la televisión, había varios extranjeros y más de cien corredores. No se habían cumplido dos años de cuando comenzamos a correr. Yo, como te decía antes, ya había corrido la primera carrera de 50km y de 100km de argentina, pero esa fue la primera vez que unos argentinos competían en una carrera internacional de ultramaratón. Me lleve una copa grande por ser el primero de mi categoría, con veintiséis años. La gente de la carrera no podía creer que con esa edad ya estaba corriendo ultramaratón, estaban acostumbrados a ver gente más grande en ese tipo de carreras. Recuerdo que el circuito era lindo pero muy duro, con muchas subidas y bajadas.
¿Cómo siguió la evolución del ultrafondo en argentina después de aquellas dos primeras competiciones?
Ese mismo año 86 se volvió a hacer la carrera de 50km en Ezeiza pero después Laporte no dispuso de lo que era el centro recreativo nacional en su momento, los bosques de Ezeiza. El coste era muy grande por aquellos años. Mientras volvíamos de Brasil, Maidana bromeaba con que al volver teníamos que correr la segunda edición de los 50km de Cerviak. Nosotros volvíamos de los 100km de Uberaba el lunes y los 50km eran el viernes feriando. Finalmente fuimos con Brígido Fernández y logramos terminar los dos la carrera de 50km cinco días después de correr en Brasil y con el viaje de vuelta incluido, que fue muy duro. A pesar de todo eso, logré bajar diez minutos mi marca con respecto a los 50km del años anterior.
¿Influyo tu carrera profesional con respecto a tu performance en el ultramaratón?
La verdad es que me había retrasado un poco en la carrera, yo soy abogado y había que ponerse las pilas. El tema laboral también, ya a esa edad uno no podía dedicarle tanto tiempo al ultramaratón. También hay que decir que se dejaron de hacer carreras de ultramaratón, alguna que otra había, pero no estaba del todo bien organizada. Por esos motivos, durante varios años no competí, pero siempre seguí entrenando y siempre con la idea de volver.
¿Cuándo fue tu vuelta al ultramaratón?
Se había dado el caso de que Maidana, para correr el Spartathlon, hizo unas 24hs el solo, en la pista de Vélez. Como para ver la cantidad de kilómetros que hacía y por qué pedían una certificación desde Grecia. Allí nació la idea de hacer unas 24hs, a Laporte le gusto el tema y organizó, en el año 1991, las 24hs de Lomas de Zamora. La primera carrera de 24hs en Argentina y Sudamérica. Allí corrimos y fue como una especie de vuelta al ultramaratón. Creo que éramos ocho atletas corriendo las 24hs, gente como Maidana, Videla, Sinisgalli, Ríos y alguno otro que se me olvida. Yo hice algo cerca de 193/194km, en aquel momento la primera marca Argentina y Sudamericana. Fue algo totalmente nuevo, más aun después de que hacía años que se habían dejado de hacer este tipo de carreras de ultramaraton. Después de eso se organizaron algunas otras carreras de 24hs, en Quilmes y en el interior de la provincia.
¿Qué recuerdas de esas primeras 24hs en argentina?
Al principio me acuerdo de que nadie sabía muy bien como plantear la carrera, algunos decían que había que salir despacito, otros más constantes, cada uno tenía una teoría distinta, yo al final salí a 4.30 y a ver qué pasaba. Recuerdo que Roberto Pérez me siguió al principio, después termino abandonando. Maidana iba a su ritmo, yo en algún momento creo que le sacaba como cuarenta kilómetros, pero me descontó como veinte, porque yo en un momento empecé a caminar y el seguía corriendo a su ritmo. Me empezó a pasar un montón de veces y todavía faltaban unas cuantas horas de carrera. También recuerdo que esa carrera, además de estar certificada y todo eso, la municipalidad de Lomas dio un apoyo enorme, pusieron música, había alguien con un micrófono diciendo los parciales de cada hora, la pista estaba totalmente cerrada para los atletas. Después hubo muchas de 24hs en aquella época pero no había tanta seguridad en esos sentidos. Fue una cosa perfectamente organizada, lamentablemente fue solo esa edición.
Podemos decir que gracias a Alberto Laporte y Rolando Czerwiak nació el ultramaratón en argentina, ¿Verdad?
Sin dudas, Czerwiak organizó la primera de 50km y Laporte la primera de 100km y la primera de 24hs. Fueron los dos organizadores que se comprometieron con la idea, le debemos mucho, más por la época en la que estamos hablando. Recuerdo que por aquellos años era duramente criticado por cobrar una inscripción, cosa que hoy en día daría risa, que alguien se queje de eso. Cada uno aporto y dio lo que tenía en ese momento, todos lo que estuvimos aquellos años.
Después de eso tuviste que volver a alejarte del ultramaratón para centrarte, una vez más en tu carrera profesional.
Así es, hubo que ocuparse de lleno a mi profesión, soy abogado, me recibí y comencé a trabajar en la universidad del salvador. También ejercer mi profesión, hago las dos cosas. Dando mis últimas materias y ya trabajando en la universidad, buscaba momentos para poder salir a correr. Cuando terminaba de cursar, me ponía la mochila y volvía corriendo a mi casa, largaba la mochila hacia un poco más, el circuito este que paso por tu casa y después me iba a trabajar. Son momentos en los que uno encuentra el tiempo que puede para entrenar. Me alejo del ultramaratón pero sigo viendo, a través de internet, que el ultramaratón sigue estando activo.
Ahora todo está muy al alcance de la mano con internet. ¿Pero cómo se conseguía información sobre carreras en aquellos años?
Antes había que mandar una carta con tu curriculum, a carreras como el Spartathlon o los 100km de Santander. Recuerdo que después de las 24hs, le escribí a Soto Rojas y me contestó, fue una emoción recibir su carta, todavía la tengo guardada. Era muy difícil todo, ahora es mucho más accesible, uno tiene todos los datos al instante.
¿Cuándo fue tu “nueva” vuelta a las carreras de larga distancia?
En el año 96 estaba entrenando para volver, pero tuve un temita de salud, que se que llama purpura. Fue un momento duro, por que cabía la posibilidad de tener que dejar de correr. Por suerte todo fue bien y ya al año podía empezar a correr. Engordé mucho por el tratamiento, más de veinte kilos, igualmente de a poco empecé a entrenar. En el 99 corro en Lobos, que hacían una maratón y entro segundo con 2:44hs en un circuito de ruta. Entonces es como que uno, a partir de eso, tiene la medida de una buena marca en maratón, en un circuito más plano podemos estar en 2:40hs y eso es una motivación también. Pero llegó el 2001 con la crisis y con todo lo que pasó en el país la cosa cambió bastante. Igualmente yo seguía con la idea de competir. Llega el año 2003 y yo ya había corrido algunas maratones, también entre dos cuarenta, dos cincuenta. Ese año corro unos 60km y fue mi vuelta, una vez más, al ultramaratón. Ya se corrían en Cascallares unos 60km, muy bien organizada por el profesor Roldan. Recuerdo que en esos 60km corrió Julio Kaul, Diego Manzur de acá de Quilmes, mucha gente de nivel había.
¿Cómo se desarrolló esa carrera, que recuerdas de esos 60km?
Estaban los buenos de esa época. Pero no era como antes, que éramos quince o veinte. Se hacían 30km y 60km, cuando se separan los corredores me encuentro que estoy primero. Después me pasa Julio Kaul y yo baje un poco el ritmo porque sabía que iba a recuperar. Finalmente pude pasar a Julio y ganar la carrera. Eso me dio nuevamente impulso para intentar ir al mundial de 100km de Holanda.
La idea en principio fue irte solo, de forma individual, ¿verdad?
Si, si, tal cual. Yo iba de forma individual, ya había enviado algunos mails y estaba averiguando para ir solo. En ese momento me llama Mercedes Acuña y me dice que se estaba armando un equipo para ir al mundial de 100km. Lo curioso es que participamos en ese mundial y en alguno otro más, teniendo la personería jurídica en trámite. Por aquellos años, después que vinimos de Austria, creo que fuimos el país número cuarenta y pico en afiliarnos a la IAU. En 2004, entonces, se formó el primer equipo de ultramaratón de Argentina en participar en un mundial de 100km.
Entonces en el año 2004 fue tu debut con la selección Argentina de ultramaratón. ¿Cuánto tiempo pasó desde que habías comenzado a correr?
Corrí mi primera maratón en el año 84 y después de veinte años pude, a pesar de todos los problemas que tuve, participar en el primer mundial de 100km con la Argentina. Sumando el mundial de 24hs en Austria del año siguiente, también con la selección Argentina, fue como un cierre para mí. Vivir ese mundial del 2004 en Winschoten, con la selección Argentina fue algo increíble. Todas las familias de la ciudad fuera, durante todo el circuito había gente alentando, fue increíble todo. Volviendo al tema de cerrar cosas, también fue lindo compartir ese mundial de 100km con Adalberto, después de haber iniciado con él el ultramaratón en Argentina.
Y al año siguiente, en 2005, debut con la selección de 24hs en el mundial de Austria, imagino que, también, una experiencia y un ambiente inolvidable, ¿verdad?
Sin dudas, no solo en la carrera, lo veías también durante toda la semana. Todo el pueblo volcado a las 24hs, impresionante. Veías a todo el pueblo construyendo un puente para que la gente pueda pasar, ya que el circuito era prácticamente alrededor de todo el pueblo y quedada todo cortado. Los chicos de los colegios alentando. La gente que se quedaba toda la noche, uno se imaginaba que se irían a la una o dos de la mañana, pero no. Ya en los días anteriores había carreras más pequeñas, bailes típicos, una fiesta. Muchas de estas carreras de ultramaratón entroncan con tradiciones locales, de caminatas o el folclore de lugar. Creo que por eso, también, es tan bonito todo.
Ya habías “cerrado” el circulo con tus participaciones en las selecciones de 100km y 24hs. ¿Que vino después de los mundiales?
Cuando estábamos volviendo de Austria, Mercedes Acuña dice que se están por cumplir veinte años de la primera carrera de 100km en argentina y que quería organizar algo. De ahí surgió la copa Argentina, eso fue en el año 2005 y se organizó en San Miguel del Monte. En el mundial de 24hs lo había pasado muy mal por una periostitis y le dije, a Mercedes, que no sabría cuando iba a poder correr otra vez, pero que iba a estar presente en esa copa de 100km. Vino, también, Adalberto desde España. Eso fue justo en septiembre del 2005, cuando se cumplían veinte años de aquella primera carrera de 100km. Buscaron, por todos los medios posibles, a todos los que habíamos corrido aquellos primeros 100km. Nos hicieron un homenaje a todos, nos dieron unas plaquetas, fue algo muy lindo.
A raíz de aquellas primeras participaciones en los mundiales de 100km y 24hs y esa nueva copa argentina de 100km. ¿El ultramaratón en Argentina comenzó a crecer definitivamente?
Si, creo que sí, esa copa Argentina de 100km, por ejemplo, se organizó varios años más en Monte, después se paso a otras ciudades. También se empezó a organizar un campeonato Argentino de 50km anual, que fue lo primero que se hizo. Se corría en varias ciudades, San Pedro, Rio Tala, Cascallares y en Villa Rumipal. En el año 2008 entre tercero en el campeonato argentino de 50km, donde ya había gente de maratón que andaba muy bien. Ese fue el último año en donde corro ultramaratón regularmente. Después varias cuestiones de trabajo y algunas lesiones hicieron que me aleje de las carreras de larga distancia.
¿En el año 2008 fue tu última carrera de ultramaratón?
No, mi última carrera fue en el año 2011, corrí las seis horas de Buenos Aires. Fue muy lindo por que tuve la oportunidad de volver a correr con Valmir Nunes, con quien habíamos compartido el mundial de 24hs de Austria. Un grandísimo atleta con unas cualidades increíbles, recuerdo que en el mundial de 24hs de 2005, en Austria, corrió como hasta las diecisiete horas por debajo del récord del mundo de 24hs pero finalmente tuvo que abandonar.
Nuestra ultima pregunta ya nos trae al presente. ¿Cómo sigues vinculado a esta disciplina que tantas alegrías te ha dado?
Hace algunos años tuve problemas de cartílagos y por algún momento cabía la posibilidad de no poder volver a correr, pero finalmente nos recuperamos. Poco a poco fuimos remontando y pude correr los maratones de buenos aires en 2015, 2016 y 2017. Aunque el año pasado, en 2018, no pude correr, la idea es siempre volver a correr el maratón de buenos aires, que es una carrera clásica. Correr es parte de la vida de uno.
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Horacio Glade es abogado, recibido de la UBA. Master en Ciencia de la Legislación por la Universidad de Pisa. Profesor de Ciencias Jurídicas y Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad del Salvador, donde cumple funciones académicas desde hace más de veintisiete años.
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HORACIO GLADE, PIONERO DEL ULTRAMARATÓN EN ARGENTINA – HITOS HISTORICOS.
- Ganador de la primera competición de 100km en la historia de Argentina. G. Rodríguez, 1985
- Ganador de la primera competición de 50km en la historia de Argentina. Ezeiza, 1985
- Ganador de la primera competición de 24hs en la historia de Argentina y Sudamérica. Lomas de Zamora, 1991
- Primer Argentino finisher, de la historia, en una competición internacional de ultrafondo. Uberaba 100km – Brasil, 1986 (También fueron finishers Adalberto Maidana, Roberto Graccione y Brígido Fernández)
- Integrante de la primera selección Argentina de 100km en participar de un campeonato del mundo de 100km, Winschoten, Holanda, año 2004. (Los demás integrantes fueron: Kaul, Julio Mario; Giuliani, Daniel; Acuña, Mercedes; Diaz, Silvia; Tello, Sergio; Ramos, Andrea y Catanzaro, Omar)
- Integrante de la primera selección Argentina de 24hs en participar de un campeonato del mundo de 24hs, Wörschach, Austria, año 2005. (Los demás integrantes fueron: Kaul, Julio Mario; Maidana, Adalberto y Toubes, Ernesto)
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Pequeña nota de autor:
Recuerdo vívidamente ver pasar corriendo a Horacio por la calle de mi barrio en Quilmes Oeste. Lo recuerdo casi perfectamente, los años pasaban y yo seguía viendo a ese tipo de barba blanca correr como nunca antes había visto correr a nadie. Cada dos o tres días, dependiendo de la hora, podía verlo venir o divisarlo a lo lejos, a dos o tres calles de distancia. Él seguía corriendo por la calle Larrea en dirección a Ezpeleta, como siempre lo hizo. Durante casi una década lo vi pasar, sin siguiera saber que existía algo llamado “ultramaratón”. Pasaron los años, comencé a correr y algunos años más tarde me enteraría, gracias a Diego Manzur, que aquel hombre que siempre veía pasar por la puerta de mi casa corriendo, era uno de los pioneros del ultramaratón en la Argentina.
Horacio es, sin dudas, un símbolo de nuestro barrio y de muchos otros barrios por los que ha pasado corriendo (y sigue pasando) a lo largo de su vida.
A continuación compartimos una pequeña anécdota de Horacio relacionada con lo que anteriormente les contábamos y que define lo que muchos de nosotros sentimos al verlo pasar corriendo durante tantos años por nuestros barrios.
“…..Un día voy a los tribunales de familia acá en Quilmes, en Rodolfo López y Aristóbulo del Valle. Estaba esperando por un expediente y el muchacho que me atendía me dice: “Perdón doctor, usted es del barrio?”, le contesto que soy de Don Bosco y enseguida me dice: “Usted corre, verdad? Sabia que tenía que ser usted. Cuando yo era chico lo veía pasar y me decía, tengo que correr. Un día estaba trotando y veo que pasa, corrí al lado suyo, usted me hablaba y se reía, yo corrí tres cuadras y me tuve que parar. Pero me quede recontento y nunca me olvide de eso”. Ahí mismo la gente del juzgado empezó a participar de nuestra conversación, muchos me habían visto pasar corriendo durante distintos años y me recordaban, fue una situación muy linda”
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Agradecemos, de todo corazón, que Horacio haya podido dedicarnos un pedacito de su tiempo, invitarnos a su casa y charlar sobre su vida con nosotros. Y esperamos que siga corriendo por el barrio, durante muchos años más.