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EL DIOS HA MUERTO

“Ya han sonado las campanas y lo han oído. Afuera, en la oscuridad, entre las estrellas. Ding, dong, el dios está muerto.”

– Lex Luthor sobre la muerte de Superman

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Por: Pablo Casal

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Había un vez un hombre que construyó su casa con sus propias manos, desde los cimientos hasta el techo. Mientras llenaba un cubo de cemento, un pensamiento comenzó a rondar su mente, correr cien kilómetros y realizar la mejor marca de su país en esa distancia. Trazó un recorrido que salía del estadio de su ciudad y recorría un circuito circular de veinte kilómetros, su plan era dar cinco vueltas y de esa manera completar la distancia.

Estaba tan seguro de sí mismo que busco en una guía el teléfono del consejo de deportes de su país, los llamó y les contó su plan. Del otro lado de la linea telefónica se escuchó silencio y alguna que otra risa de fondo.

“Sabía que no había otro griego que pudiera correr esa distancia y seguramente sería un récord nacional . Completé los cien kilómetros en 7.35hs, pero ningún juez del consejo de deportes vino a verme correr”

Era el año 1981 y el griego Yiannis Kouros había probado, por primera vez, algo que nunca antes había sentido en su vida. Pasaron dos años y el griego leyó en un periódico sobre un evento de ultrafondo, de doscientos cincuenta kilómetros, que iba a tener su primera edición a finales de Septiembre. El recorrido partía desde Atenas hasta llegar a la ciudad de Esparta, Yiannis pensó en apuntarse y estaba confiado en que podría completarla, además de eso creía que probablemente sería el primer griego en….

El treinta de Septiembre de 1983 Yiannis Kouros se presentó, junto a otros cuarenta y cuatro corredores, en la linea de partida del primer Spartathlon de la historia. Sonó el disparo de salida y llegado el kilómetro 42.5 el griego ya había superado a los dos primeros corredores y así continuo, en primer lugar y corriendo como si el mismo viento lo llevaba entre sus brazos. Kouros llegó a los pies de la estatua del rey Leónidas, en la ciudad de Esparta, en 21:53:42hs.

El griego no sólo venció a todos los demás corredores, sino que le sacó tres horas de diferencia al segundo clasificado. Los organizadores esperaban al ganador alrededor de las diez de la mañana pero el griego llegó a las cinco menos diez de la madrugada, justo cuando amanecía y con todo el mundo durmiendo. Incluso el alcalde y el obispo a quienes tuvieron que levantar de la cama para que fueran a entregarle el premio.

Tan descomunal fue la performance del griego Yiannis Kouros que los organizadores ingleses tardaron cuarenta y ocho horas en proclamarlo como ganador del primer Spartathlon de la historia. Estaban seguros de que el griego había hecho trampas y al preguntarles porque tardaban en dar el veredicto final sobre el ganador un oficial ingles dijo: “Es humanamente imposible recorrer doscientos cincuenta kilómetros en ese tiempo”.

Quien hubiese imaginado que ese pequeño conjunto de palabras desataría algo nunca jamás visto en la historia del mundo. “Humanamente imposible”…

Al año siguiente el griego volvió a colocarse en la linea de salida del segundo Spartathlon pero esta vez los organizadores ingleses habían montado un elaborado plan de vigilancia. Seguían pensando que el año anterior Kouros los había engañado y este año estaban dispuestos a desenmascararlo. Sonó el disparo de partida y Yiannis les demostró realmente lo que significaba una performance “humanamente imposible”. Por segunda vez consecutiva y bajo la miraba de todos, llegó a los pies de Leónidas en 20:25:00hs. El griego había mejorado en casi dos horas su tiempo del año anterior y tenía una ventaja de cuatro horas sobre el segundo clasificado. Este año en Esparta nadie estaba durmiendo y Kouros fue recibido como uno de los héroes griegos de antaño.

Así comenzó la leyenda de Yiannis Kouros, una leyenda en la cual el griego una y otra vez derribaba el muro de lo “humanamente imposible”. La cantidad de récords y distancias que ha logrado este atleta a lo largo de su carrera lo ha elevado, sin duda alguna, a lo más alto del panteón dentro del ultrafondo de pista&carretera. Sus performances estaban tan fuera del alcance de cualquier otro ser humano que prácticamente se convirtió en un dios.

“He llegado al punto de mirar mi cuerpo desde arriba, como una experiencia extra-corporal. Me pasó en New York y en otras carreras de 24hs. Esto pasa cuando tu cuerpo se da por vencido, cuando no estás más en control…….cuando estás “clínicamente muerto”, quiero decir, cuando tu cuerpo se ha rendido, te ves a ti mismo desde arriba y de alguna manera tú sigues guiando a tu cuerpo hacia adelante. Estoy hablando de momentos increíbles”

Su mente al igual que su cuerpo hacían del griego un ser inigualable. Llegó el año 1997 y un cinco de Octubre en Australia, Yiannis Kouros corrió 303.306km en 24hs dentro de una pista de atletismo. Cuando terminó manifestó con mucha seguridad: “¡Este récord permanecerá durante siglos!”

A finales de la década de los noventa, un atleta de primer nivel mundial de ultrafondo podría realizar entre doscientos cincuenta y doscientos setenta kilómetros en un evento de 24hs. Pero el griego Kouros rozaba los trecientos kilómetros, prácticamente, en cada evento del cual participaba. Como para tomar una pequeña dimensión del nivel “humanamente imposible” les contamos que meses previos a su récord de trecientos tres kilómetros, el griego participó de otro evento de 24hs y su marca fue de 295,030km. Esa marca fue realizada por Yiannis un tres de marzo y el trece de abril volvió a correr 24hs con una marca, discreta para él, de 266,180km. El cuatro de Mayo participó de otro evento de ultrafondo, pero esta vez de 48hs y su marca fue de 422,829km.

Yiannis Kouros tenia en su poder todas las mejores marcas mundiales de todas las distancias y eventos imaginables dentro del ultrafondo de pista&carretera. Simplemente era imbatible, un dios al que nadie podía siquiera llegar a ver desde lejos.

Existía un evento de mil kilómetros que partía desde la ciudad de Sídney hasta Melbourne en Australia. De más está decir que el griego había ganado la carrera con un margen descomunal comparado al resto de los participantes. Los periodistas australianos les dijeron a los organizadores que una performance así restaría el atractivo del evento y que nadie querría venir a participar en la próxima edición. Los organizadores contestaron que encerrarían a Kouros en un hotel y les darían doce horas de ventaja al resto de los inscritos. A las doce horas de comenzado el evento el griego salió por la puerta del hotel y se puso en marcha. A los trecientos kilómetros alcanzó al primer pelotón de la carrera y en los siguientes ciento cincuenta kilómetros pasó a los dos primeros. Volvió a ganar con un gran margen sobre el resto.

“Cuando corro, corro hasta sobrepasar el límite, yo corro heroicamente……..correría hasta encontrar mi propia muerte”

Yiannis Kouros.

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Kouros era tan grande que ni siquiera entraba en los rankings de las performance realizadas por atletas de primer nivel dentro del ultrafondo de pista&carretera, pasaban los años, las décadas pero nadie podía acercarse al dios del ultrafondo. Sin embargo en la década del dos mil un atleta norteamericano parecía tener todas las cualidades para poder dar un golpe al dios del ultrafondo. El atleta en cuestión estaba en lo más alto del ultrarunning de montaña, había ganado la prestigiosa Western States 100millas durante siete años de forma consecutiva y había ganado dos veces de forma consecutiva la dura Badwater 135millas, con récord incluido. En su segunda victoria en Badwater durante el verano del 2006, el norteamericano Scott Jurek decidió que a los pocos meses se presentaría en la linea de partida del Spartathlon griego. Ganó la carrera consiguiendo bajar de las veintitrés horas por algunos minutos. Recordemos que Yiannis Kouros tenia en su poder las cuatro mejores marcas de la historia: 20:25:00hs. de 1984, 20:29:04hs. de 1990, 21:53:42hs. de 1983 y 21:57:00hs. de 1986.

Al año siguiente Scott volvió al Spartathlon y volvió a ganar, está vez con una marca de 23:12:14hs. Sin embargo el norteamericano estaba decidido a realizar un intento más y en 2008 logró su mejor performance, su tercera victoria consecutiva y su mejor tiempo: 22:20:01hs. Veintitrés minutos por encima de la peor marca de Kouros en el Spartathlon. Para quienes no estén familiarizados con Scott Jurek, contarles que fue la gran estrella del ultrafondo mundial por aquellos años. El norteamericano fue protagonista del libro “nacidos para correr”, un pilar fundamental entre la comunidad de corredores y así como también el responsable del resurgir a nivel mundial del ultratrailrunning y del ultrafondo de pista&carretera.

Para los amantes de esta disciplina ver que esta mega estrella en su mejor nivel no podía ni acercarse a las marcas de Kouros fue un claro ejemplo más de que el griego era un dios que había caminado entre los humanos y nunca nadie podría acercársele. Los años pasaron, siguieron naciendo grandes estrellas y atletas dentro del ultrafondo de pista&carretera pero el dios del ultrafondo seguía mirándolos a todos desde lo más alto.

Llegó el año 2016 y dentro de un campeonato europeo de 24hs vimos algo que nos llamó la atención, las primeras casi doce horas de aquel campeonato fueron dominadas de forma implacable por un atleta lituano del cual nadie sabia nada. Aleksandr Sorokin era su nombre y en aquel campeonato después de una primera mitad magistral el lituano se quedó sin fuerzas terminando en la sexta posición. Muchos tacharon a Sorokin de loco, de no saber gestionar la carrera y muchas otras cosas, sin embargo para algunos pocos la performance del lituano nos despertó un pequeño signo de interrogación en nuestras mentes. La sorpresa fue más grande cuando nos enteramos de que Sorokin estaba en la lista de inscritos del Spartathlon 2017. Aleksandr corrió y corrió como si estuviese poseído por el propio espíritu de Kouros. El lituano ganó la carrera, estuvo a siete minutos de quebrar la cuarta mejor marca del griego y todos los ojos del ultrafondo de pista&carretera se posaron sobre él. Seria este el próximo candidato a intentar lo imposible, nos preguntamos todos.

Sin embargo al año siguiente, en mayo del 2018 y dentro de otro campeonato europeo de 24hs, el lituano Sorokin volvía a realizar una gran primera mitad y otra segunda parte para el olvido, teniendo en cuenta que era el candidato principal a la victoria. Sorokin tuvo que conformarse con un tercer puesto y a cinco kilómetros del ganador. Las performances de este atleta nos hacían dudar si realmente era tan bueno como parecía o simplemente el Spartathlon había sido su gran día de suerte. Exactamente un año después del campeonato de Europa de 24hs el lituano realizaba una marca de 272.708km dentro de unas 24hs en Suiza y todas las miradas volvieron una vez más.

Debemos comprender que hubo una época en la que Yiannis Kouros quebraba la barrera de los doscientos ochenta kilómetros fácilmente y lo ha logrado en ocho oportunidades a lo largo de su extensa carrera. Quitando al dios del ultrafondo, solamente dos humanos lograron superar esa barrera: Zhalybin, Denis con 282.282km en el año 2006 y Hara, Yoshikazu con 285.366km.

Esa época dorada quedó en el olimpo de los héroes de antaño y con el paso de los años tuvimos que conformarnos con performance más cercanas a los terrícolas que superaban, por poco, los doscientos setenta kilómetros. Con lo cual y ante esta nueva realidad que vivíamos desde hacia más de una década, ver una performance de doscientos setenta y tres kilómetros por parte del lituano Sorokin encendió las alertas. Más aun teniendo en cuenta que estábamos a cinco meses de un nuevo campeonato del mundo de 24hs.

Ese campeonato del mundo de 24hs que se disputó un veintisiete de octubre de 2019 quedará marcado como el primer gran salto de Sorokin hacia la grandeza. Su marca fue de 278.972km para llevarse el oro y convertirse en campeón del mundo de 24hs.

En los años que siguieron el lituano comenzó a cosechar récords mundiales en casi todas distancias de ultrafondo de pista&carretera que puedan imaginarse, pero todavía estaban los trecientos tres kilómetros en 24hs. del dios griego. El récord que “permanecerá durante siglos” llevaba justamente veinticuatro años vigente cuando el temblor que lo derrumbó sacudió al mundo del ultrafondo. El veintinueve de Agosto del 2021 quedará en los libros como el sismo que destruyó lo que todos pensábamos era intocable e inalcanzable.

Aleksandr Sorokin lograba correr 309.399km en un evento de 24hs quebrando un récord inquebrantable y con ello la figura del dios del ultrafondo comenzaba a mostrar una pequeña fisura que con el tiempo terminaría por derrumbarlo. Durante el mismo evento en donde el lituano logró el récord, otro atleta europeo conseguía una marca que previamente sólo estaba en manos del griego Kouros. Andrii Tkachuk de Ucrania fue el segundo clasificado con una marca de 295.363km y con ese segundo registro la pequeña fisura, en aquella inalcanzable estatua del dios del ultrafondo, se agrandó un poco más.

Pero esto no seria todo para la antiguamente “inmaculada” figura del dios del ultrafondo ya que dentro de la edición 2021 del Spartathlon, un desconocido atleta local se hacia con la victoria llegando a los pies de Leónidas a treinta y siete segundos de mejorar la cuarta marca de Yiannis Kouros en ese evento. El desconocido no era otro que Fotios Zisimopoulos, atleta de montaña que había hecho su debut en el Spartathlon y había sentido algo mágico en su primera victoria. Fotios quería la gloria de los griegos de antaño y sabia como conseguirla.

Comenzó el año 2022 y Sorokin flamante poseedor del récord del mundo de 24hs se colocaba, nuevamente, en la linea de partida de un campeonato europeo de 24hs. Único gran campeonato que le quedaba por ganar y que ganó, pero no fue solamente el hecho de que se llevara la medalla de oro, sino que lo hizo realizando una performance “humanamente imposible”. Aquel día los presentes en la pista de atletismo de Verona cayeron en la cuenta de que el lituano Sorokin había ascendido a un plano en el que durante toda la vida sólo habíamos visto a Yiannis Kouros. El lituano consiguió una marca de 319.614km, algo que no solamente era impensado para cualquier humano, sino que literalmente era una marca imposible de comprender. El segundo clasificado Andrzej Piotrowski de Polonia, también quebraría la barrera de los trecientos por poco más de dos kilómetros y el tercero de la clasificación lograría casi doscientos noventa kilómetros.

Aquel campeonato de Europa de 24hs demostraría, una vez más, que el intocable dios griego del ultrafondo Yiannis Kouros presentaba ahora un aspecto resquebrajado y su pureza de antaño parecía desvanecerse entre las estrellas. El olimpo ya no era una residencia individual; habían llegado nuevos habitantes.

Sin embargo nosotros los nostálgicos, al ver a nuestro querido dios perder su inmaculado esplendor intocable, pensábamos que aún estaban esas cuatro marcas del Spartathlon. Esas cuatro sí que serían invencibles y que ingenuos fuimos. Tan solo trece días después de aquel campeonato de Europa de 24hs, el mítico Spartathlon celebraba su cuarenta aniversario y una vez más el griego Fotios Zisimopoulos estaba en la linea de partida con los ojos del mundo mirándolo.

Podría ser este el año en que una de las marcas del dios del ultrafondo fuese quebrada, se preguntaban todos. En poco más de veintiún horas Yiannis Kouros pasó de tener las cuatro mejores marcas históricas a tener solamente las dos mejores. El griego Fotios se quedaba con la tercera mejor marca realizando un carrera excelente y el japones Toru Somiya, segundo de la clasificación general, se apoderaba del cuarto mejor registro en la historia del Spartathlon.

El olimpo del dios del ultrafondo Kouros junto con su inmaculada estatua habían perdido, definitivamente, su magnificencia inalcanzable. Pero una vez más los amantes de antaño nos aferrábamos a lo único que nos quedaba para intentar seguir creyendo que Yiannis Kouros seguía siendo un dios. Los veinte veinticinco de su victoria en 1984 seguían en lo más alto de los registros históricos del Spartathlon y si Fotios pretendía ese lugar, debería quitarle treinta y cinco minutos más a su performance del 2022 para lograr quebrar ese récord.

El Spartathlon 2023 llegó con Fotios a la cabeza de la salida pero sin atletas nipones capaces de hacerle frente, el griego debía enfrentar los 246km solo. Todos nos preguntamos si podría realizar un excelente registro corriendo, prácticamente, contra el mismo.

El fuego rojo de las bengalas iluminando el rostro del rey Leónidas junto con el humo negro en los alrededores hicieron de la victoria de Fotios un espectáculo digno de los viejos héroes griegos. El fuego rojo de Fotios junto con sus diecinueve horas y cincuentaicinco minutos, como nuevo récord histórico del Spartathlon, terminó por derribar la estatua del dios del ultrafondo que ya presentaba fisuras irreparables.

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 “Ya han sonado las campanas y lo han oído. Afuera, en la oscuridad, entre las estrellas. Ding, dong, el dios está muerto.”

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